Para el reto 16 hemos traído dos juegos de lógica, los dos de ellos manipulativos si bien uno era físico y otro virtual.
La cuarta entrega del puzle de los clavos ha resultado tener un poco más de dificultad respecto a los otros ya hechos. En los tres clavos, que tienen una mecánica muy similar al tercer nivel, el aumento en el número de elementos ha provocado que los tiempos en su resolución se hayan visto incrementados con respecto a los anteriores.
Mientras que en el juego manipulativo virtual nos hemos acercado al mundo del Pushing Machine. Unas máquinas de empuje capaces de trasladar todo lo que pille a su paso. El objetivo, llevar las cajas a los lugares señalados en el mapa. Por primera vez en todo el año hemos valorado más el número de estrellas que el número de niveles superados. Llega un momento en este tipo de retos que nos importa más el proceso que el resultado. Y si los dos se dan la mano, pues mejor que mejor.
Cada estrella se multiplicaba por el coeficiente de nivel. En el nivel práctica por uno, principiante por dos y así sucesivamente. Los alumnos podías escoger a su antojo en que nivel empezar su camino siempre con la condición ya expuesta de la importancia del número de estrellas cosechadas.
Al final de la jornada, de nuevo, un empate en la primera posición. En este caso las tablas han sido para los equipos de María A y Ricardo B, dejando una clasificación general súper igualada con un diferencia de tan solo 6 puntos entre primero y último. Esperamos que en el reto XVII todo siga tan reñido como hasta ahora.
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