En estancias donde se necesita bastante cantidad de luz y durante bastante tiempo aún hoy en día se siguen usando lamparas fluorescentes cuyo arranque se realiza con un balasto y un cebador. El cebador hace cortes en el circuito, provocando subidas y bajadas de corriente. El balasto, reactancia o bobina se opone a esos cambios elevando la tensión en los extremos del fluorescente y provocando que comience a circular la corriente por el tubo y se encienda el fluorescente. En este caso vamos a hacer dos circuitos. Uno con unn fluorescente (single) y otro con dos (series).
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